jueves, 18 de mayo de 2017

Anibal Troilo “Pichuco”: A cuarenta y dos años de su muerte

Su nombre completo era Aníbal Carmelo Troilo y nació en Buenos Aires el 11 de julio de 1914


¿Por qué le decían Pichuco? El contaba que un amigo de su padre tenía ese apodo, y que cuando Aníbal dejó caer sus primeras lágrimas de niño, su papá para calmarlo le decía “bueno, Pichuco...bueno”, y le quedó ese apodo nomás.....
Su padre dejó este mundo cuando Pichuco era muy chico, y quizás ese dolor lo marcó para siempre, Troilo contaba que su padre era guitarrero y cantor y que le dejó la pena de no recordar su voz, su padre falleció cuando Aníbal tenía 8 años.
Pichuco coleccionó amigos y anécdotas desde muy pequeño; siempre recordaba que estudiar bandoneón de chico le era imposible por razones económicas, así que practicaba con la almohada haciendo de bandoneón e imaginando el sonido. Recién a los diez años pudo convencer a su madre para que le comprara uno; fueron 140 pesos a pagar en catorce cuotas. De allí surge otra de sus anécdotas: “A la cuarta cuota el vendedor falleció, el negocio cerró y nunca nadie nos reclamó los pagos”. Ese bandoneón lo acompañaría durante toda su carrera.


Era un niño aun cuando comenzó a mostrar en público su habilidad con el bandoneón. Durante varios años entretenía a la audiencia de un cine cercano al Abasto tocando antes del comienzo de las películas. En 1927 se integró a la orquesta de Eduardo Ferri; a los catorce años formó su primer quinteto con Héctor Lagna Fietta, un grupo que no duró mucho. Luego fue parte de un sexteto junto a Osvaldo Pugliese y Elvinio Vardaro; la gente se sorprendía al ver a ese niño que tan magistralmente tocaba el bandoneón.
Más tarde comenzó a colaborar con varias orquestas importantes como la de Julio De Caro, la de D'Arienzo, la de D'Agostino, la típica Víctor, y la de Juan Carlos Cobián, hasta que en 1937 debuta con su propia orquesta en la boite “Marabú”.

A los 27 años, Aníbal Troilo se casó con su novia Ida Calachi, y grabó su primer disco para la Víctor. Después de esto, por problemas de contrato, pasaron tres años hasta que finalmente grabó el segundo. En su larga carrera, Pichuco le puso música a una enorme cantidad de hermosos tangos; en su vida profesional llegó a grabar un total de 485 temas.
Por sus orquestas pasaron grandes talentos como Eduardo Marino, Astor Piazzolla, Ernesto Baffa, Raúl Garello y José Basso entre otros, y grandes cantantes como Francisco Fiorentino, Alberto Marino, Roberto Goyeneche, Edmundo Rivero, Raúl Verón y Nelly Vázquez, por nombrar sólo algunos.

Varias figuras del tango opinaron sobre Pichuco: “ El gordo le agregó sentimiento a la técnica de otros grandes del bandoneón”(Domingo Mattio), “Tenía las orejas sordas para las infamias y finas para la música” (Edmundo Rivero), “Nos cobijaba a todos bajo su ala y siempre había lugar para uno más” (Nelly Vázquez), y “Pichuco logró que todos sus cantantes se convirtieran en un instrumento más” (Ben Molar).

Con muchos de ellos trabó una gran amistad y todos hablaban de su generosidad, pero Pichuco era una cosa con los amigos y otra cosa con él mismo. Nunca pudo superar su ánimo melancólico y su tendencia a la depresión; en este sentido dejó frases como: “Siempre, siempre Pichuco fue el peor enemigo de Aníbal Troilo” o “Qué me va a asustar la tristeza, si andamos juntos desde pibes”. También en su relación con sus amigos dejó alguna que otra frase triste: “Uno no se muere de golpe, se va muriendo de a poco, con cada amigo que desaparece, y así llega un momento que de Pichuco no queda nada”.

Esta tendencia a la depresión lo hicieron volcarse a vicios que fueron minando su salud, hasta que un día, un 18 de mayo de 1975, aún con mucho más para dar, partió a la inmortalidad.
Sobre su vida y su muerte, el poeta Homero Expósito dijo: "Por eso Aníbal Troilo / tiene tantos pecados con razón / que al lado de Jesús y al lado del ladrón / también ganó su cruz de angustias y de alcohol".


Compartimos con ustedes el mítico recital de Aníbal Troilo y su orquesta en el Teatro Colón el 17 de agosto de 1972, con la presentación de Antonio Carrizo.


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