Impulsada por unas amigas, en octubre de 1950, la quinceañera Mercedes Sosa, participa en un certamen radial organizado por LV12 de Tucumán. Ahí comenzó su carrera, bajo el seudónimo de Gladys Osorio.
Folklore ante todo
En 1960, cuando se produjo una suerte de estallido en torno de la música folklórica, el nombre de Mercedes Sosa ya estaba comprometido con el canto popular como integrante del Movimiento del Nuevo Cancionero; una corriente renovadora del folklore, surgida en la provincia de Mendoza.
Junto con su marido Manuel Oscar Matus, hicieron conciertos en la Universidad. Matus editó en un sello independiente el primer disco de Mercedes Sosa: “Canciones con fundamento”.
Salto a la fama
Mercedes Sosa tuvo que trajinar varios años antes de conseguir un reconocimiento como el que obtuvo en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín, en 1965. En ese momento, gracias a la generosidad del cantor Jorge Cafrune, el país entero pudo conocerla. Fue ese evento el que marcó el nacimiento de la gran artista popular.
También en 1965 intervino en la grabación de “Romance de la muerte de Juan Lavalle”, de Ernesto Sábato y Eduardo Falú, cantando “Palomita del valle”.
A fines de 1967, “La Negra” hizo conocer “Para cantarle a mi gente”, un disco que acumuló un importante caudal de poemas y poesía argentina y latinoamericana.
En abril de ese mismo año, había subyugado al público europeo y de los Estados Unidos con exitosas actuaciones. Durante esa gira conoció a Ariel Ramírez, quien le propuso ser la voz de “Mujeres Argentinas”, trabajo que se concretó en 1969.
Los 70 cerraron con el exilio
En 1970, Mercedes Sosa incursiona en el cine con “El Santo de la Espada”, de Leopoldo Torre Nilsson. También dio a conocer dos discos importantes en su carrera: “El grito de la tierra” y “Navidad con Mercedes Sosa”.
Un año después, se conoció “La voz de Mercedes Sosa” y apareció “Homenaje a Violeta Parra”. Además, participó en “Güemes” (La tierra en armas), filme dirigido por Leopoldo Torre Nilsson. Fue un breve, pero significativo papel. Encarnó a la heroína altoperuana Juana Azurduy.
En 1979, se editó “Serenata para la tierra de uno”. Aún en medio de la violencia que sacudía a la Argentina, Mercedes Sosa seguía cantándole a la vida.
Ese año fue detenida en la ciudad de La Plata junto con todo el público que había ido a verla cantar. Ese mismo año se instaló en París y en 1980 se afincó en Madrid.
En teoría, Mercedes Sosa podía entrar y salir del país, no tenía causa judicial alguna, pero no podía cantar. Fue un castigo doble: para ella y para todos los argentinos.
“La Negra” recién pudo regresar a un escenario argentino el 18 de febrero de 1982, un par de meses antes que la dictadura se embarcara en la Guerra de Malvinas.
Regreso triunfal
A su regreso, Mercedes se reencontró con su público de siempre, y por primera vez la vieron miles de jóvenes que desde entonces la convirtieron en su ídolo. Dio 13 recitales en el Teatro Opera, que se recogerían luego en el L.P. doble “Mercedes Sosa en Argentina”; en el que también intervinieron sus compañeros de aquellas noches: León Gieco, Charly García, Antonio Tarragó Ros, Rodolfo Mederos y Ariel Ramírez.
Luego regresó a España, donde estaba radicada, pero poco tiempo después regresó definitivamente a la Argentina.
La cantante continuó con sus giras por los países más diversos del planeta, actuando siempre en los escenarios más grandes y prestigiosos, como el Lincoln Center, el Carnegie Hall, en los Estados Unidos, o el Mogador de París.
En el último trimestre de 1983, se conoció “Mercedes Sosa”, un disco en el que grabó algunos de sus grandes éxitos: “Un son para Portinari”, “María María”, “Inconsciente colectivo”, de Charly García; “La maza” y “Unicornio”, de Silvio Rodríguez; “Corazón maldito”, de Violeta Parra y “Me voy pa’l mollar”, junto con la recordada cantante Margarita Palacios.
En el primer semestre de 1986, realizó una extensa gira por Alemania y Europa Central. Tiempo después aparece “Mercedes Sosa ’87”, con la participación de Pablo Milanés, Teresa Parodi, Víctor Heredia y Fito Páez.
Más éxitos
Como productora, organizó uno de los espectáculos más importantes presentados en la Argentina: “Sin Fronteras”, que reunió en el estadio Luna Park de Buenos Aires, a siete cantantes latinoamericanas: las argentinas Teresa Parodi y Silvina Garré, la colombiana Leonor González Mina, la venezolana Lilia Vera, la brasileña Beth Carvalho y la mexicana Amparo Ochoa, además de la propia Mercedes.
En 1990 apareció un disco titulado “Mercedes Sosa en vivo en Europa”, participó en el filme “Verano del potro”, interpretando el tema “Siempre en ti”. Actuó en Australia, Grecia, Holanda, Alemania, Luxemburgo, Suiza, Francia y Brasil y además protagonizó inolvidables noches en el Luna Park con actores y un numeroso grupo de cantantes invitados.
El 20 de diciembre de 1991, luego de casi diez años de no cantar en un estadio abierto, Mercedes se reencontró con la multitud en Ferro Carril Oeste. La acompañaron Fito Páez, Julia Zenko, Nito Mestre, Piero, Celeste Carballo, los Illya Kuryaki, León Gieco, Charly García, Víctor Heredia, Mariano Mores, Facundo Ramírez, Horacio Molina, Coqui y Claudio Sosa y Hamlet Lima Quintana.
El 1 de abril de 1992 en el Salón Dorado del Honorable Concejo Deliberante fue declarada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires. Fue un año importantísimo para Mercedes, marcado por su viaje a Chile, donde cantó en la Quinta Vergara, de Viña del Mar y en el Estadio Chile, de Santiago.
En noviembre de 1994 apareció “Gestos de amor”, uno de sus últimos trabajos discográficos, tan bien recibido por el público, que rápidamente le valió ser distinguida con el Disco de Platino.
Sus éxitos no paraban y grabó siempre producción tras producción.
Hasta el milenio
Mercedes Sosa grabó discos, hizo presentaciones y apoyó a muchos artistas durante toda su carrera. Ni siquiera la enfermedad logró alejarla de lo que más amaba.
Siempre estuvo bien acompañada a nivel salud. Su familia, sus fans, las clínicas (Trinidad, osecac, obsba) y varias otras instituciones apoyaban con lo que podían para su pronta recuperación.
Luego de dos años de ausencia de los escenarios, en septiembre de 2005, Mercedes Sosa puso lo mejor de su empeño para superar algunas adversidades médicas.
Se presentó en el ciclo de conciertos Música en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno de Argentina.
También en septiembre de 2005 se realizó el lanzamiento de “Corazón libre”, publicado por el sello internacional Deutsche Grammophon, simultáneamente en todo el mundo. Con este álbum folklórico y acústico, Mercedes llevó esta obra a toda Europa, las Américas, Israel, Japón, Corea, Singapur, Australia, Nueva Zelanda y –por primera vez en su carrera- a China.
Este nuevo trabajo discográfico recibió los más enfáticos elogios de la crítica especializada, la Revista Rolling Stone lo eligió como el Mejor disco folklórico del año publicado en Argentina, el 19 de diciembre recibió el Premio Clarín como La Figura Folklórica del Año. “Corazón libre” recibió el Premio Carlos Gardel 2006 en la Categoría Mejor Álbum Artista Femenina de Folklore y está postulado para los Grammys Latinos en las categorías Mejor Álbum Folk y Mejor Disco del Año.
Tres años después, en 2008 emprendería su última gira, que la llevó a recorrer América y gran parte de Europa, España, Italia, Alemania e Israel.
Falleció el 4 de octubre del 2009 a los 74 anos de edad, de Síndrome de Disfunción Orgánica Múltiple.
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