viernes, 30 de diciembre de 2016

A 12 años de la tragedia de Cromañón

Un incendio producido la noche del 30 de diciembre de 2004 en República Cromañón, durante un recital de la banda Callejeros, provocó una de las mayores tragedias no naturales en Argentina y dejó un saldo de 194 muertos y al menos 1432 heridos.



Rock. Bengalas. Fuego. Humo. Estampida. Muerte. El 30 de diciembre de 2004, el incendio en República Cromañón lo cambió todo. Le costó el cargo a un Jefe de Gobierno. Endureció -o más bien hizo que se tomaran en serio- las medidas de seguridad en la ciudad. Sometió a una banda y a un productor a un proceso judicial para determinar su responsabilidad. Dejó 194 víctimas fatales y 1.432 heridos. Muchos de los sobrevivientes aún luchan con el recuerdo del horror, con las pesadillas, con esas cicatrices que no siempre están en el cuerpo.
Atender la emergencia implicó un despliegue de médicos, ambulancias, bomberos, autobombas y -casi en las sombras- de un equipo de psicólogos del Gobierno de la Ciudad, especialmente preparado para atender a víctimas, sobrevivientes y familiares en situaciones extremas.


“La noche de Cromañón estaba en una fiesta de fin de año, en un asado con mis compañeros de trabajo, donde nos desempeñábamos como operadores de servicios de emergencia de la ciudad”, rememora, a doce años de aquella noche, la psicóloga Paz Ferreyra. “Nos llamaron por fuera del horario de servicio, y nuestros jefes nos comentaron que había ocurrido un accidente”.

En los primeros minutos, nadie había tomado verdadera dimensión de lo que estaba pasando: “En un principio había un chico fallecido en un boliche, que luego fueron dos… cuando prendimos la tele, se seguían sumando. Interrumpimos la fiesta y nos fuimos al lugar para dar servicio”.

Para cuando llegaron los últimos especialistas -Ferreyra incluida-, los sobrevivientes habían sido derivados. Pero la noche recién comenzaba. E iba a ser larga. Su misión: la morgue, para acompañar a las familias en el reconocimiento de los cuerpos.

“Cuando llegamos, estaba todo desorganizado”, recuerda. Muchas familias eran expuestas al dolor gratuito de desfilar ante muchos cadáveres para identificar si alguno de ellos era su hijo o hija. Era imprescindible darles contención inmediata.

Entre los profesionales involucrados ordenaron el trabajo armado dos “estaciones”. Un fotógrafo del gobierno porteño tomaba imágenes de los cuerpos y las cargaban en computadoras. Empleados del gobierno porteño y voluntarios de organizaciones solidarias que se sumaron en forma espontánea para ayudar, asistían a las familias. Al menos ya no tenían que pasearse entre cadáveres.

“Hacían un pasaje de fotos de los cuerpos y, cuando había una coincidencia, empezaba el trabajo nuestro: acompañar al familiar para comenzar con el circuito formal, legal y burocrático para darle curso a este reconocimiento”.


Dolor absoluto

La morgue era, esa noche, un catálogo de sufrimiento. “Me encontré con una situación de realidad absoluta de dolor”, narra la psicóloga, “Me encontré con la animalidad, con el instinto de preservación de la cría. Me encontré con la maternidad y la paternidad en su más pura expresión. Lo antinatural, el dolor y la tristeza absoluta, donde todos los libros que podes leer en la universidad, los tenes que dejar de lado y poner el cuerpo e intervenir en este tipo de situación”.

Aún recuerda, a más de una década, los gritos desgarradores de esas madres. “A veces tenes que dejar todos los tomos de Freud en la biblioteca y poner una mano en el hombro; evitar que una persona salga corriendo y lo pise un auto por haberse enterado de la realidad mas cruda de su hijo o hija. Tenes que ayudar a preservar a los que quedaron y atender el dolor inmediato. Es indescriptible en palabras y solo se traduce en sentimiento y emoción total”.

Nadie sale indemne de una experiencia así, ni siquiera un psicólogo debidamente formado y en ejercicio de la profesión. “Ningún profesional, por más universitario que sea, por más licenciado o doctor que sea, está preparado para esto. Es un trabajo de campo, de emergencia, que implica darte de cara a lo real. La realidad irrumpe, te foguea y te obliga a poner, como profesional y humano, lo mejor de vos”.

Durante las primeras semanas posteriores a la tragedia, el mismo equipo de psicólogos que atendió aquella noche fatídica hizo el seguimiento de las familias. Luego, otros organismos se fueron haciendo cargo.

“Se trabajó haciendo asistencia y acompañamiento en lo logístico a familias sin recursos, que no podían darle un sepelio digno a sus hijos”, cuenta la especialista, “Se acompaño en las necesidades básicas y se articuló con otros organizamos dependiente de la ciudad, Nación, tercer sector, ciudadanos”.

“Me marcó como profesional y como ser humano para siempre”, concluye la licenciada Paz Ferreyra.

lunes, 19 de diciembre de 2016

La 55 Blues

La 55 Blues es una banda de rock&blues formada en 2012 en Mar del Tuyú (Partido de La Costa)
El nombre se debe a su lugar de ensayo, situado sobre la calle 55 de Mar del Tuyú.




Integrantes:

Jorge Stermieri (voz)
Rodo Maurizio (batería)
Beto Bianco (guitarra y voz)
Martín Velázquez (guitarra y coros)
Luis La Fontana (bajo) Juanchi Stermieri: (stage)

Han tocado en bares y pubs locales. En 2013 fueron teloneros del recital de David Lebón en Santa Teresita. Habitualmente Rick Anna toca como músico invitado.


A mediados de noviembre la banda grabó en Santa Teresita el Santa Teresita y Costa del Este el video clip de su más reciente corte: “Cerca del Mar”. 

“La letra de la canción relata las sensaciones de quienes han elegido a La Costa, tanto para que sea su lugar de residencia o como para vacacionar. Pretende posicionarse como el tema del verano en toda la zona”, contó entusiasmado el líder de la banda Jorge Stermieri.

La filmación utilizó como locaciones distintos puntos de las localidades de Santa Teresita y Costa del Este, y mediante un trabajo al estilo corto cinematográfico dirigido por una prestigiosa productora de Buenos Aires se narró la historia que propone la nueva canción.

Previamente, se llevó a cabo una labor de pre producción en el que participaron profesionales costeros formados en distintas áreas del arte visual y que se sumaron a la convocatoria para ser parte del proyecto. La presentación del producto audiovisual se llevará adelante a mediados del próximo mes y prevé para la ocasión la proyección del video en pantallas de cines.


15 años del "argentinazo". Recordamos las tristes jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001

El gobierno de Fernando de la Rúa caía entre fuego y sangre los días 19 y 20 de diciembre de 2001, dejando un saldo de 38 muertos.



"He decretado el estado de sitio en todo el territorio nacional”, se repetía en las pantallas de la televisión argentina. El anuncio de Fernando de la Rúa, presidente de aquel entonces, duró poco menos de cuatro minutos. Pensó que el decreto frenaría a los miles de manifestantes que salían a la calle a reclamar bajo el canto “¡Que se vayan todos!”, cansados de la decadencia que se vivía en todos los ámbitos.

Pero la situación empeoró y la represión policial terminó con 38 vidas. Hoy y mañana se cumplen 15 trágicos años de aquellas jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001. La década de los ‘90 dejó una pesada herencia que la Alianza (encabezada por De la Rúa) no supo manejar.

El corralito y distintos saqueos fueron los pasos que siguieron a las privatizaciones del menemismo, por lo que la gente decidió decir basta hace exactamente quince años. Ese miércoles la sociedad entera hizo sonar sus cacerolas en una jornada conocida como el “carerolazo”.

Pero no todo quedó allí, ya que miles de personas decidieron manifestarse en las calles, donde se encontraron con las fuerzas de seguridad y la Policía Federal, por entonces bajo el control del secretario de Seguridad Enrique Mathov y del ministro del Interior Ramón Mestre.

En el video difundido desde Casa Rosada, De la Rúa fundó su razón del estado de sitio en los “actos de violencia colectiva que provocaron daños y han puesto en peligro personas y bienes con una magnitud que implica un estado de conmoción interior”.

Esto dió vía libre a la policía, que con sus caballos, escudos y armas dejó en la vía pública a 38 muertos.


Decisiones fatales

Sin dudas que la economía fue uno de los peores planos en los cuales se movió el gobierno de la Alianza. El primer ministro que estuvo -José Luis Machinea- acordó en diciembre del 2000 con el FMI y bancos internacionales un plan de ayuda denominado “Blindaje”, que pretendía dar certeza sobre la capacidad de pago de la Argentina.

Ese programa no trajo los resultados esperados. En marzo de 2001 asumió el cargo Ricardo López Murphy, quien lanzó una serie de recortes en los gastos fiscales, entre ellos los docentes y jubilados. Llegó su renuncia y con ella apareció Domingo Cavallo, el encargado de las 13 submonedas que coexistieron en todo el territorio (el billete “Patacón” fue emitido por la provincia de Buenos Aires).

El 10 de agosto de 2001 el gobierno nacional lanzó los denominados Lecop (Letra de Cancelación de Obligaciones Provinciales), con los que la Nación cancelaba deuda con las provincias. La recesión se agudizaba y la fuga de capitales crecía cada día más. Así llegó el corralito (difundido el 2 de diciembre), con lo cual la gente no podía sacar más de 250 pesos o dólares por semana.

Esto llevó a la movilización brutalmente reprimida. De los 38 muertos que dejaron las trágicas jornadas -según informó Correpi-, 21 fueron en la provincia de Buenos Aires, 20 entre Santa Fe y Rosario, en Capital Federal perecieron 7 personas, 3 en Córdoba, al igual que en Entre Ríos, dos en Corrientes, una en Río Negro y una en Tucumán.

lunes, 12 de diciembre de 2016

Una vez mas el Dr. Vicente Lupino al aire en Km 0.

Como ya es una saludable costumbre, llamamos al Dr.Vicente Lupino, infectólogo pediatra, para hablar de todo un poco: 33 años de Democracia, la actualidad de la Salud en la Ciudad de Buenos Aires y un año de gobierno de Mauricio Macri.
Escuchemos la nota, con la claridad de conceptos a las que no tiene acostumbrados el Dr. Lupino y una vez mas le agradecemos estar al aire en nuestro programa, casi como un columnista mas.


Murió electrocutado un trabajador del subte

El miércoles 7 de diciembre alrededor de las 2 de la mañana, Matías Kruger se encontraba realizando tareas de mantenimiento en un sistema de aire acondicionado en los Talleres Colonia de la línea H de subterráneos y recibió una descarga eléctrica que le provocó la muerte.
Es el quinto caso que un trabajador muere electrocutado por alta tensión en los últimos años, el motivo: falla en los protocolos de seguridad.
La empresa Metrovías lamentó "profundamente" el fallecimiento del trabajador e informó que "se están llevando a cabo los peritajes y las investigaciones pertinentes a cargo de las autoridades para poder esclarecer las causas del accidente".
Para hablar sobre este lamentable accidente nos comunicamos con Ariel, ex delegado de la línea B de subtes.